PIE ZAMBO CONGÉNITO

El pie zambo congénito es una malformación congénita que afecta a los huesos músculos y tendones del pie que provoca que se curve hacia dentro o hacia abajo, permaneciendo rígido y sin ser capaz de recuperar la posición normal. Puede afectar a uno a los dos pies.
Las causas más frecuentes son las genéticas y ambientales. La deformidad se produce en el segundo trimestre de embarazo cuando el pie crece rápidamente y hay una posición incorrecta o restricción del movimiento dentro del útero. Se detecta en la ecografía o al nacimiento del bebé.
Se trata con el método Ponseti. Después de este tratamiento es recomendable la fisioterapia pediátrica para mejorar la movilidad articular, la elasticidad de los tejidos, la cicatriz (si la hubiera), la musculatura... y para hacer una readaptación de la marcha fisiológica.
Pie zambo congénito

¿Qué es el pie zambo congénito?

Dentro de las patologías que nos podemos encontrar en nuestros peques hoy os vamos a hablar del pie zambo congénito. Se trata de una malformación congénita que afecta a los huesos músculos y tendones del pie que provoca que se curve hacia dentro o hacia abajo, permaneciendo rígido y sin ser capaz de recuperar la posición normal. Puede afectar a uno a los dos pies.

Las causas más frecuentes son las genéticas y ambientales. La deformidad se produce en el segundo trimestre de embarazo cuando el pie crece rápidamente y hay una posición incorrecta o restricción del movimiento dentro del útero. Se detecta en la ecografía o al nacimiento del bebé. Esta alteración se caracteriza por una posición anómala del pie que impide el apoyo normal del peso. Conforme avanza el desarrollo, tiende a caminar sobre el talón en lugar de sobre la planta del pie.

Tratamiento

Para tratarlo se utiliza el método Ponseti. En 8 semanas se puede corregir, mediante el tratamiento del tendón de aquiles y férulas de reposicionamiento, la posición del pie. En ocasiones es necesaria la intervención quirúrgica. Un diagnóstico precoz y la fisioterapia son fundamentales para intentar evitar la cirugía en los casos severos.

Después de este tratamiento es recomendable la fisioterapia pediátrica para mejorar la movilidad articular, la elasticidad de los tejidos, la cicatriz (si la hubiera), la musculatura… y para hacer una readaptación de la marcha fisiológica.

Recuerda que si tienes dudas sobre este tema o si crees que tu bebé puede tener alguna alteración de miembros inferiores puedes ponerte en contacto con nosotras y estaremos encantadas de resolverlas.

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