Estimulación temprana
¡Qué importantes son las primeras etapas de nuestra vida y las capacidades que desarrollamos durante esos primeros meses! Por ello, nos gusta trabajar con bebés, para ofrecerles una estimulación temprana que ayude a su desarrollo motor y la adquisición de capacidades. En este caso, os vamos a hablar de la importancia del gateo, una de las etapas de mayor importancia en el desarrollo motor.
El gateo
A lo largo de nuestro desarrollo y hasta alcanzar la marcha autónoma, somos capaces de utilizar diferentes tipos de desplazamiento, en concordancia con la maduración neurológica y las capacidades músculo-esqueléticas. Unos bebés antes y otros un poco más tarde, pero prácticamente todos deberían pasar por diferentes fases de desplazamiento, bien sea girando, reptando, arrastrando el culo o gateando. Por desgracia, hoy en día es bastante habitual ver bebés que pasan directamente de estar sentados a caminar, muchas veces por las prisas de los adultos por verles andar. Pero en vez de estimularles para que anden, deberíamos preocuparnos por jugar y «trabajar» para potenciar esos desplazamientos previos que tanto les van a beneficiar.
Beneficios de gatear o reptar
- Favorece la maduración cerebral. Por un lado interconecta ambos hemisferios cerebrales para que puedan trabajar conjuntamente permitiendo el desarrollo del cuerpo calloso y de las vías neurológicas responsables del rápido intercambio de información entre todas las partes de nuestro cerebro. Por otra parte, empieza a desarrollarse la lateralidad cerebral. Todo esto propicia una mayor maduración cerebral, que se reflejará en un mejor rendimiento cognitivo y emocional.
- Ayuda a desarrollar el patrón cruzado de la marcha.
- Desarrolla la percepción espacial y temporal porque descubre con su cuerpo los conceptos de tiempo y distancia. Se irá dando cuenta de si los objetos están más o menos cerca en función de los movimientos que deba hacer para llegar hasta ellos.
- Estimula el enfoque visual. Se empieza a trabajar la convergencia (que nos permite mantener la vista durante un tiempo en un punto cercano) y la acomodación (que permite pasar de un punto cercano a otro más lejano y viceversa).
- Desarrolla la coordinación óculo-manual porque intentará tocar, alcanzar y coger diferentes objetos que se encuentre a su alrededor.
- Gana fuerza en la musculatura de la espalda, piernas y brazos, preparándose así para la bipedestación y la marcha.
- Mejora las destrezas manuales. Al apoyar la mano en el suelo, se inhibe el reflejo de cerrarlas, teniendo que mantenerlas abiertas. Esto, junto con los estímulos táctiles que va a tener al ir apoyando las manos en diferentes superficies hará que vaya aprendiendo a diferenciar temperaturas, texturas,…
- Desarrolla el sistema vestibular y el sistema propioceptivo. Ambos sistemas permiten saber dónde están las partes del cuerpo.
- Desarrolla su autonomía y la curiosidad. Al empezar a ser consciente de que puede desplazarse sin ayuda, empezarán a ser más independientes y mostrarán curiosidad por todo lo que les rodea.
- Ayuda a desarrollar el sistemba vestibular y el propioceptivo, mejoraando la coordinación y el equilibrio. Son ejercicios complicados que implican el trabajo de grandes grupos musculares y muchas articulaciones y que requieren de un buen trabajo de coordinación que le harán falta al pasar a la bipedestación.
Como podemos observar, el gateo o el reptado son una base importante de nuestro desarrollo, tanto físico como cerebral y por ello debemos estimular a los bebés para que desarrollen estas capacidades. En Akiles Fisioterapeutas os podemos ayudar con éstas y otras capacidades del desarrollo de vuestros bebés. Si quieres más información, no dudes en preguntarnos.