Falsa ciática o síndrome del piramidal

¿Qué es la falsa ciática o el Síndrome del piramidal?

Consiste en una neuropatía por compresión del nervio ciático en su salida de la pelvis al atravesar el músculo piramidal por hipertrofia del mismo. El músculo piramidal se ubica debajo de los glúteos y va de la cadera al sacro.

¿Qué síntomas produce?

El síntoma principal es el dolor punzante en el medio de la nalga irradiado hacia la parte posterior o lateral del muslo, que no suele sobrepasar la zona de la rodilla.

La sintomatología suele aumentar al sentarse, al estar de pie, de pie apoyados sobre un pie, al cruzar las piernas, al correr,…

Causas

Hay muchas causas que producen una falsa ciática, entre las más habituales podemos encontrar:

  • Traumatismos directo, caídas, golpes
  • Desequilibrio lumbo pélvico
  • Sobrecarga muscular. Muchas veces (si no la mayoría) debido a una debilidad muscular que hace que esas estructuras no sean capaces de soportar las cargas que le exigimos.
  • Dismetría de miembros inferiores. Tener una pierna más larga que la otra (es habitual tener una dismetría de hasta unos 0,5 cms, nos referimos a dismetrías importantes) puede hacer que aparezca un desequilibrio postural que pueda producir estos síntomas entre otros.
  • Presión directa y persistente en la zona glútea (estar sentado durante largo tiempo en una superficie dura, llevar billetera en el bolsillo).

Tratamiento

En cuanto al tratamiento de la falsa ciática o el síndrome del piramidal, lo primero es buscar la causa principal. En función de cuál sea la causa el tratamiento a elegir será uno u otro y su duración variará pero las técnicas de elección suelen ser:

  • Ejercicio controlado. En función del estado de cada persona se hará más hincapié en hacer un trabajo de fortalecimiento de la musculatura debilitada, trabajo de movilidad articular, ejercicios de estiramiento,… Normalmente se suele hacer una mezcla de todos ellos. Es importante que el trabajo sea individualizado, especializado según las necesidades y realizado con una progresión adecuada.
  • Terapia manual. Se trabajarán todas las estructuras implicadas (articulaciones, fascia, musculatura, sistema nervioso,…). Para ello utilizaremos un amplio abanico de técnicas.
  • Trabajo postural. Importante cuando hay un desequilibrio postural y/o posturas antiálgicas.

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