TRASTORNO CRÁNEO-MANDIBULAR

 

Ya os hemos comentado más de una vez que amamos la fisioterapia y que nuestro ansia por saber más no deja de crecer. De hecho, cuando vamos a un curso para adquirir nuevos conocimientos, no se ha terminado el curso y ya estamos dando vueltas a la cabeza, pensando cuál será el siguiente. Y eso es precisamente lo que me ha pasado este fin de semana. Me interesé por este curso porque quería profundizar en un tema que ya había estudiado hace años y ver qué visión me ofrecía otro profesional de la materia. Por eso me apunté a este curso con nombre tan largo: «Fisioterapia de la esfera cráneo-cérvico-mandibular y el dolor orofacial».  O lo que dicho de otra forma, conocemos como el «trastorno cráneo-mandibular» y su relación con el dolor de boca, facial y cervical.

Pero, ¿por qué es tan interesante el trastorno mandibular?

Porque aproximadamente el 50% de la población adulta presenta al menos un signo clínico asociado con el trastorno cráneo-mandibular (TCM) y a pesar de que este trastorno es la segunda causa (después del dolor dentario) de dolor orofacial, sólo en el 10% de los casos los pacientes acuden a tratamiento.

Y si es una patología tan frecuente, ¿por qué la gente no trata estos trastornos?

Normalmente, por desconocimiento. Porque en muchos casos, tenemos síntomas a los que no les prestamos demasiada atención, puesto que no son lo suficientemente importantes o porque como siempre han estado ahí, creemos que no tienen solución. Como por ejemplo, los chasquidos de mandíbula. Seguro que más de uno, leyendo este artículo dirá, «pues es verdad, a mí me suena la mandíbula cuando la abro mucho, pero es algo que me ha pasado siempre y no pensaba que se pudiera tratar». O algunos que se pasan las noches apretando la mandíbula y se levantan por las mañanas con dolor mandibular, de cabeza e incluso de cervicales, pero que el dentista les ha dicho que utilicen una férula para dormir y no les han dicho que además de la férula, sería interesante tratar el problema. Con esto, sólo pretendo haceros saber que esos problemas los podemos tratar. Y que muchos otros problemas, como los dolores de cabeza, cuello,… pueden tener relación con una disfunción tempóro-mandibular.

Pero, ¿cómo se trata un trastorno mandibular?

Si nos conocéis, ya sabréis que si os duelen las lumbares, no sólo trabajamos las lumbares, ¿verdad? Pues con la mándibula y el cráneo nos pasa lo mismo. Debemos abordar el trabajo desde diferentes ámbitos. Por una parte vamos a trabajar a nivel articular, muscular y miofascial tanto la zona cervical, como cráneo y cara. ¡Incluso os vamos a meter el dedo en la boca y vamos a trabajar la lengua! Pero también tenemos que hacer un trabajo neruodinámico para trabajar a nivel del sistema nervioso, os enseñaremos ejercicios para realizar en casa y trabajaremos la postura. Sin olvidarnos de valorar el resto de la columna y el diafragma. Y si por el camino encontramos alguna otra cosa que nos pueda influir (pies planos o muy cavos, esguinces mal curados, alteraciones pélvicas,… o cualquier otra disfucnión que nos pueda repercutir a nivel cervical y craneal), también lo trataremos. Porque TODO está relacionado.

Por mi parte, sólo me queda deciros que estaremos encantados de recibiros en Akiles para valorar y tratar vuestra «esfera cráneo-cérvico-mandibular» y evitar así que forméis parte del 50% de la población con un trastorno cráneo-mandibular.

 

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